Estados Unidos mantiene tratados bilaterales con naciones selectas, otorgando ciertos privilegios a ciudadanos de países como Canadá y México. Estos tratados permiten a los ciudadanos elegibles realizar inversiones sustanciales en empresas estadounidenses, lo que en última instancia les permite obtener visas de inversionista por tratado E-2. Para calificar, la inversión debe conferir el control del negocio al inversionista.

Las regulaciones de la visa E-2 no definen explícitamente el término «sustancial» en términos monetarios. En su lugar, emplean una «prueba de proporcionalidad», que tiene en cuenta varios factores. Por ejemplo, la idoneidad de la inversión se evalúa en relación con la naturaleza del negocio. Las empresas que requieren equipos e inventarios sustanciales suelen requerir mayores inversiones que las empresas orientadas a los servicios que no dependen en gran medida de dichos recursos.

Si una proporción significativa de los accionistas de una corporación extranjera son ciudadanos de un país que califica para el tratado, esa corporación extranjera, con sede en un país elegible para la visa E-2, puede enviar a sus ciudadanos a los Estados Unidos con visas E-2. Un ciudadano de un país con tratado E-2 solo necesita poseer una participación del 50% en la corporación estadounidense con el propósito de dirigirla y desarrollarla. Este nivel de control, ya sea que se ejerza positiva o negativamente, otorga al titular de la visa E-2 la autoridad para vetar decisiones clave.

Además, la inversión realizada no debe ser «marginal». La empresa debe demostrar la capacidad de generar más que un ingreso mínimo para el inversionista, tanto en el presente como en el futuro. Además, el objetivo principal de la empresa no debe ser únicamente proporcionar una vida cómoda al inversor. La evaluación de la marginalidad empresarial gira en torno a dos factores: su potencial para crear puestos de trabajo para los trabajadores estadounidenses y su capacidad para generar ingresos significativamente más allá de un salario mínimo vital.

El término «en riesgo» se refiere a los fondos que ya no están bajo el control directo del inversor. Por lo tanto, el capital invertido debe permanecer «en riesgo». No basta con depositar una suma sustancial en la cuenta bancaria de la empresa. Sin embargo, está permitido comprar un negocio, colocar los fondos en una cuenta de depósito en garantía, con el entendimiento de que el dinero solo se liberará al vendedor tras la aprobación de la visa E-2.

Cabe señalar que las inversiones monetarias no son la única forma de inversión permitida. Las existencias y el equipo también pueden importarse y considerarse inversiones válidas.

Además, el cónyuge y los hijos menores de 21 años de un titular de visa E-2 también son elegibles para recibir visas E-2, incluso si son ciudadanos de países que no son parte del tratado. El cónyuge del titular de la visa E-2 es elegible para una autorización de trabajo y puede buscar empleo con cualquier empleador.

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